«Dibujar» el recorrido que hace el cliente, antes-durante-después, nos ayuda a identificar todos los puntos de contacto donde NO podemos fallar
Y podemos fallar también, por omisión, es decir que no tengamos controlado ese punto de contacto.
La relación con nuestro cliente, no empieza en el mostrador de nuestra farmacia.
Si identificas todos esos puntos de contacto y sus tareas asociadas, podrás tener bajo control la «experiencia de cliente» al visitar nuestra farmacia.